Cristina, Insfrán y Capitanich miran hacia otro lado

Mientras se asesina a los Qom, Cristina, Insfrán y Capitanich miran hacia otro lado

Desde el Frente Amplio Progresista regional San Luis, repudiamos con toda firmeza el asesinato a golpes de Imer Ilbercio Flores, de 12 años (integrante de la comunidad Qom – Toba de Villa Bermejito, que se encuentra en el Impenetrable Chaqueño), y el más reciente de Daniel Asijak, de 16 años, sobrino del líder de la comunidad Qom Potae Napocna Navogoh (La Primavera) Félix Díaz, e integrante de dicha comunidad originaria de la provincia de Formosa.

Estos dos asesinatos, aunque ocurridos a miles de kilómetros de distancia, se caracterizan por sus similitudes: ambos jóvenes, ambos Qom, ambos en provincias de una extrema desigualdad gobernadas por el kirchnerismo. Ambos asesinatos, como tantos otros que se vienen produciendo en contra de los pueblos originarios, gozan de toda la impunidad política y judicial.

La razón por las cuales siguen ocurriendo estos hechos es simple. Por un lado, la expansión de la frontera sojera en Argentina, que lleva más de una década y varios muertos en su haber (como el campesino Cristian Ferreyra, asesinado el año pasado). Avalando esta situación, se encuentra el gobierno nacional, que es cómplice, y lejos de frenar este modelo de monocultivo, hace acuerdos con la multinacional Monsanto, para mejorar la eficiencia de la producción al tiempo que se envenenan nuestras tierras y pueblos enteros sufren las consecuencias tóxicas de los productos de esta empresa, que a nuestro entender deberían estar prohibidos ya que ha sido comprobada su malignidad.

Por el otro lado, también es cómplice tanto el gobierno de Cristina como el de los gobernadores Capitanich e Insfrán, de los amedrentamientos y asesinatos contra los pueblos originarios que tienen el objetivo de desplazarlos de las tierras que les pertenecen en pos de expandir esa frontera sojera. Estos ataques, han gozado de toda la impunidad política y judicial. En el medio de los negociados y acuerdos entre Cristina, la corporación sojera, y Monsanto, la sangre que corre, como siempre, es la del pueblo.

Mientras del FAP, de Antonio Bonfatti en Santa Fe, le devuelve sus tierras y realiza retribuciones históricas a los pueblos originarios de esa provincia, Capitanich e Insfrán hacen la vista gorda a los genocidios que tienen lugar en los territorios que les toca gobernar, lo cual no sería posible sin la aprobación del gobierno nacional en general, y de la presidente en particular.

Esperamos que el gobierno recapacite: le quedan todavía tres años de gestión en los cuales deberá cambiar el rumbo de estas políticas tan nefastas para el pueblo argentino. Desde el FAP, daremos todas las luchas que sean necesarias para llegar al gobierno y transformar el país en un sentido de progreso y respeto a todos sus habitantes, con un especial reconocimiento a los pueblos originarios, representantes de las culturas más antiguas del país. Allí estaremos para darle la disputa, durante este año electoral y hasta el 2015.

  

Prensa Frente Amplio Progresista-San Luis