14.04.2012 | 20:01 HS.

Mujeres de la Matria Latinoamericana, este viernes, en denuncia. (Foto Ricardo Stinco)

Las Juanas en Mumalá, una agrupación que defiende los derechos de las mujeres, realizó una intervención callejera en el marco del certamen Miss Mundo y cuestionaron las pautas que su creador instaló

Mujeres 'de nacimiento'. Que no hayan sido madre
s. De entre 17 y 25 años. Altura: entre 1,73 y 1,80. Sólo 55 a 60 centímetros de cintura. Una cadera de no más de 91 centímetros. 'Rostro encantador, suficiente cabello y dientes perfectos'. El concepto de belleza 60-90-60 fue instalado por el empresario inglés Eric Morley en los años 50 con los parámetros que buscaba para su empresa Miss Mundo. “Aún hoy estas medidas son cuidadosamente inspeccionadas en las postulantes por la empresa dueña del certamen”, remarcaron desde Las Juanas en Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana).

En el marco de la elección de Miss Mundo Argentina, que se desarrolló este viernes en la ciudad, desde la agrupación que defiende los derechos de las mujeres decidieron hacer -por la tarde- una intervención callejera para dar cuenta de las consecuencias de esa belleza “que enferma, nos cosifica y nos mercantiliza”. Por la noche acudieron al lujoso hotel de Playa Grande para hacer visible su denuncia.

Sobre una de las rejas de la Catedral se colgaron imágenes que daban cuenta de lo que se trataba. Pequeñas niñas vestidas al mejor estilo “Barby”, un cuerpo raquítico consecuencia de la bulimia y anorexia, una cintura ajustada al máximo por una cinta de medir, un rostro marcado por las cirugías, hasta una página de publicidades que cambian cuerpos desnudos a cambio de mensajes de texto.

“Esta muestra artística de imágenes tuvo como objetivo cuestionar los parámetros tradicionales de belleza que se han popularizado en el mundo y que hoy por hoy someten a millones de mujeres a perseguir ese ideal de belleza”, explicó, en diálogo con El Atlántico, Yanina Cobos, referente del espacio colectivo.

“Justamente esos parámetros de bella patriarcal fueron creados por Eric Morley en los años 50, que es el creador del concurso Miss Mundo, hoy dirigido por su esposa Laura Morley”, sumó luego.

A esas pautas de belleza casi artificial contrarrestaron otros conceptos. Las jóvenes que participan del espacio tenían bandas rosadas -como las de coronación- con las palabras autonomía, independencia, elección, fortaleza, voluntad. “Quisimos representar en nuestras bandas la vida cotidiana de las mujeres, nuestros deseos que muchas veces están ocultos o invisibilizados en esta sociedad patriarcal. Por eso queremos hacer ver que las mujeres nos merecemos vivir de otra manera, con independencia, con autonomía, haciendo valer nuestras propias decisiones, sin mandatos que nos sometan a modelos de belleza que no son los parámetros de las mujeres normales sino que tienen que ver más con una tiranía del mercado que con la belleza”, sostuvo Cobos.

Las consecuencias de esos parámetros de belleza quedaron expuestas, desde la noche del jueves, en algunos carteles de publicidad que las jóvenes intervinieron. “En el marco de esta campaña, estuvimos haciendo unas pegatinas callejeras, dando cuenta de cuáles son las consecuencias de esos parámetros de belleza. Lo que visibilizábamos es que esta belleza enferma, nos cosifica, nos mercantiliza. Es sabido por todas y por todos, todas las mujeres que hoy en el mundo sufren de trastornos alimenticios. Inclusive desde niñas”.

Este es otro de los ejes que abordaron: “Cómo estos mandatos son impuestos no solamente a las mujeres sino también a las niñas, haciéndoles perder una etapa fundamental de la vida”, reparó la referente de Las Juanas en Mumalá.

Un maniquí llevado para la ocasión lo expresaba con claridad: “Miss negocios para los proxenetas”. “Miss lucros empresarios”. “Miss cosificaciones de las mujeres”.