Bicentenario: Los dichos y los hechos

Por Humberto Tumini / Nacional mayo 20, 2010 21:31

Jueves 20 de mayo del 2010, Capital Federal
 

BICENTENARIO: LOS DICHOS Y LOS HECHOS
  

El aniversario de los primeros cien años de nuestra patria tuvo lugar en medio del régimen oligárquico, nacido en el siglo 19 y conducido por la famosa “generación del ochenta” de los Roca y los Mitre. Las flagrantes contradicciones e injusticias del mismo se expresaban en ese entonces con toda su crudeza. Por un lado la ostentación, soberbia y boato propios de una clase social dominante inmensamente rica, que se veía a si misma como dueña y señora del país; y que, coherente con ello, miraba con desdén y desprecio a todos los que por debajo suyo estuvieran en la pirámide social. Por el otro, clases medias y trabajadoras, oprimidas en lo político y sojuzgadas social y económicamente, que pujaban decididas por ocupar un lugar digno en su Argentina.

La historia de ese 25 de mayo de 1910 es conocida y fue reflejo de todo lo antedicho. El gobierno de los ricos preparó unos fastuosos festejos, los pobres hicieron todo lo posible por arruinárselos. Hubo de transcurrir el día bajo Estado de Sitio.
 

Recién 35 años después las mayorías populares enterraron aquel régimen nefasto; que fue en definitiva la base y causa fundamental del retraso de nuestra nación hasta estos días. Sin desmerecer por cierto a los herederos civiles y militares de aquellos oligarcas, que mucho contribuyeron luego a mantener ese triste legado. Y recordando siempre a todos y todas las que sin desmayo y sin reparar en fracasos,  lucharon por la soberanía y la independencia económica, la justicia social, el progreso y la democracia.
 

Así llegamos en estos días al bicentenario de la patria. Con un gobierno que prepara festejos notablemente distintos a los de cien años atrás. Son notas destacadas de los de ahora la reivindicación de los pueblos originarios, de los olvidados de la historia, la defensa de los derechos de todos y todas, como así también el justo rescate de los verdaderos próceres y héroes de nuestra Latinoamérica, incluyendo al comandante Guevara. Opuesto todo ello por el vértice a las carrozas de 1910, ocupadas por muy copetudas damas y señores de frac, por la infanta Isabel de Borbón, hermana del rey de España, y el francés Georges Clemenceau. Si hasta Simón Radowiski debe mirar asombrado desde su tumba la Avenida 9 de julio.
 

¿Pero son así las cosas, hay una correspondencia entre lo que muestra el gobierno kirchnerista y lo que hace? No, no la hay lamentablemente. Hay un largo trecho del dicho al hecho; y claramente una especulación política en el medio.
 

Salido de la profundísima crisis de fines del siglo pasado y principios de este, en los marcos de una gran debilidad de las clases dominantes locales, afectadas por el abrupto desmoronamiento del modelo neoliberal que nos habían impuesto por tres décadas, Kirchner llegó a la presidencia allá por el 2003 prometiendo llevar la Argentina de un modelo de especulación a otro de producción. Modelo que reinstalara el trabajo digno y para todos, la justicia y la movilidad social, que redistribuyera la riqueza, renovara la política y terminara con la corrupción; que se alejara -además- de los EEUU y se acercara a los países de la región. Donde se juzgara a los genocidas y se respetaran los derechos humanos.
 

El 25 de Mayo se cumplen 7 años de aquellas promesas. ¿Se hicieron realidad? Algunas si, justo es reconocerlo, tanto en los derechos humanos como en la política internacional, los Kirchner no las dejaron en la puerta de la Rosada. Pero si incumplieron con gran parte de lo demás. No se animaron a tocarles seriamente las rentas extraordinarias a los sectores más concentrados (y cuando lo intentaron, parcialmente, con el campo, lo hicieron mal), lo que impidió atacar en profundidad la pobreza y la indigencia. No obligaron, cuando ya contaban con fuerza para ello, a dichos sectores a invertir en mayor grado sus enormes ganancias, en lugar de subir los precios; lo que impidió la creación de más empleos formales y bien remunerados. No defendieron los recursos naturales, y mantuvieron la matriz del menemismo en el sistema financiero, la política petrolera y la minera, entre otras. Y hasta en el terreno de la deuda externa han vuelto finalmente -disfrazándola- a la nefasta política del endeudamiento. Producto de todo ello se mantuvo incólumne la vergonzosa distribución de la riqueza entre los que más y los que menos tienen. No quisieron tampoco modificar el régimen sindical, democratizándolo, ni favorecieron la organización y movilización popular.
 

Peor aún, en lo que probablemente sea lo más grave, dejaron por el camino la construcción de una nueva fuerza política progresista que derrotara definitivamente al bipartidismo de los partidos tradicionales; y terminaron en el PJ con toda la dirigencia responsable de la destrucción del país en los años noventa. Consecuente con ello, se reinstaló un nivel de corrupción gubernamental propio del menemismo.
 

En definitiva, lo que no hicieron los Kirchner en dirección a transformar de fondo el país, terminó superando largamente las cosas buenas de sus gobiernos. Llevando así al fracaso la posibilidad de saldar de una vez por todas la deuda que tenemos con los patriotas de Mayo. No hay interesada puesta en escena “progre”, como la del bicentenario, que pueda ocultar esto.
 

No obstante, y pese a la frustración en curso, como bien se dice, la única lucha que se pierde es la que se abandona. Y nosotros nunca vamos a dejar de bregar por otra Argentina. De reconstruir el proyecto nacional y el movimiento popular se trata y allá vamos; desde el fondo de la historia nos siguen exigiendo eso los fundadores de la patria. No los vamos a defraudar.

Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur
  
 

Por Humberto Tumini / Nacional mayo 20, 2010 21:31
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