La importancia de empezar a construir en estas elecciones una nueva y distinta opción política. Por H. Tumini.
25 de Junio del 2021
Editorial
La importancia de empezar a construir en estas elecciones
Una nueva y distinta opción política.
Nuestro Partido, Libres del Sur, aun con ciertas dudas iniciales, apoyó y participó del gobierno de Néstor Kirchner desde el 2004. Lo hicimos a partir de una visión respecto de que la Argentina podía salir del estancamiento y la crisis que se habían extendido desde 1975 hasta entonces. Convergían en ese sentido, para poder ser optimistas, dos elementos: una situación internacional económica favorable al país y una realidad política interna que mostraba a la derecha vernácula sumamente debilitada por el fracaso del neoliberalismo menemista.
También eran cuestiones importantes las definiciones del ex presidente en ese momento, de que se proponía plasmar un proyecto nacional, popular y progresista de nación, tan necesario. Como construir un nuevo movimiento político que lo apuntalara, al que llamaba “transversal”; algo que hicieron en su momento Yrigoyen con el radicalismo y Perón con el justicialismo.
Con la elección de Cristina en las presidenciales del 2007, en nuestra opinión, el proceso al que habíamos sido convocados y nos sumamos empezó a mostrar señales visibles de ir en otra dirección; que cuestionaba su viabilidad y su esencia. Dimos todos los debates necesarios a partir de allí, internos y públicos, dentro de nuestras posibilidades, pero no hubo correcciones sino ratificación de hacia donde se marchaba. A partir de esto, a finales del 2008 nos alejamos del gobierno kirchnerista y pasamos a ser críticos del mismo; sin dejar de apoyar, por supuesto, lo que considerábamos correcto de su accionar.
Tomamos distancia en razón de que no solo se apartaban del proyecto de país que habían dicho gestarían y de la construcción política necesaria para ello, sino porque, además, si el rumbo y las políticas eran las que se les observaba, terminarían revitalizando a la derecha, con riesgo cierto de que la misma volviera al gobierno.
Eso lo expresamos públicamente en el año 2009, en que Macri solo gobernaba la Ciudad de Buenos Aires y no tenía ni partido ni proyección nacional. Terminó sucediendo el 2015.
A partir de aquel momento en que abandonamos el gobierno, Libres del Sur trabajó sostenidamente en contribuir a que se gestara una nueva alianza política que, ante el seguro fracaso del kirchnerismo, evitara que la salida al mismo viniera de la mano de la derecha. A eso apuntamos cuando se hizo el FAP con Hermes Binner de candidato a presidente. También cuando en el 2014 formamos UNEN nacionalmente.
Sin embargo, no tuvimos la fuerza suficiente y ocurrió lo previsible: llegó Macri a la presidencia enancado en el rechazo mayoritario a Cristina y su gobierno. Ya conocemos de la desgracia que significaron luego para nuestro país y los sectores populares la gestión del hombre del PRO.
En los años de la misma tuvimos extrema preocupación de que la derecha obtuviera otros cuatro años en la Rosada, si la opción que tenía enfrente era el kirchnerismo; mas aun luego de que un ignoto Esteban Bullrich derrotara a CFK el 2017. Por tanto, trabajamos nuevamente para que se vertebrara una opción política distinta que impidiera aquello. Así formamos parte de Alternativa Federal en su momento, como posibilidad cierta de salir de la trampa política instalada en el país entre el proyecto fracasado del kirchnerismo y el que venía destruyendo la nación de Cambiemos.
La historia reciente es conocida. Cristina, consciente de que perdería las elecciones, con los muchos problemas de que eso le podría traer, resignó su lugar, puso a Alberto Fernández de candidato a presidente y trajo así junto a ella a Massa y la mayoría de los gobernadores peronistas. Lograron de esa manera derrotar a Macri. También frenar la aparición de un proyecto político nuevo y distinto.
Como correspondía, abrimos entonces a partir del 10 de diciembre del 2019, una expectativa de que, como decían, volvieran mejores. Es decir, que no repitieran los mismos errores, conductas y políticas que los llevaron a fracasar en su momento. Entre otras cosas, pensamos que tal vez sería así porque el propio Alberto y otros funcionarios del nuevo gobierno ya los habían criticado en tiempos pasados por ello, contundentemente.
Cierto es que a la herencia que dejó Macri se le sumó a poco andar la terrible pandemia que aun transcurrimos, con su impacto económico y social. Pero aun teniendo en cuenta todo eso hoy, a un año y medio de gobierno, es visible que van muy mal, directo a chocar de nuevo el barco. Entre otros motivos, por reiterar arraigadas y negativas costumbres que ya les vimos y que el actual presidente, que antes las cuestionaba, acepta, apoya e incluso a veces implementa.
Producto de ello, la derecha derrotada en las urnas el 2019, a pesar del desastroso gobierno que hizo y de sus conflictos internos, se mantiene allí; con posibilidades ciertas de remozar su cara y regresar el próximo turno presidencial. Un drama ciertamente.
Es por ello que hay que reiterar la estrategia de construir una nueva y distinta opción política que pueda sacar al país de donde ha sido llevado. Entre otras cosas, a 10 años de estancamiento económico, pérdida de empleo y crecimiento de la pobreza, gobernando Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández ahora.
Las elecciones de medio término que se aproximan son una buena oportunidad para retomar ese camino, porque como se sabe “la única lucha que se pierde es la que se abandona”. Y el lugar donde se librará la batalla principal será sin dudas la provincia de Buenos Aires. Porque ahí están el 38% de los votantes del país y por el impacto político que tiene el resultado allí. Los comicios del 2005, 2009, 2013 y 2017, son una muestra clara de ello.
Es en ese distrito entonces donde, principalmente, debemos instalar los cimientos de una nueva opción política nacional para las presidenciales del 2023. Que pueda poner a la Argentina en otra dirección, para que recupere la inversión productiva y el empleo como vehículo para dejar atrás la pobreza generalizada que hoy vivimos. Que reconstruya la educación pública como uno de los motores para volver a tener movilidad social ascendente. Que les garantice futuro a las nuevas generaciones.
Florencio Randazzo ha manifestado la voluntad de ser candidato bonaerense en estos comicios, en los marcos de ese proyecto. Es un dirigente importante, honesto, coherente y sobre todo de palabra, cuestión altamente desvirtuada por gran parte de la actual dirigencia política. Que ha demostrado siendo funcionario, con los trenes por ejemplo, la importancia del Estado en la resolución de los grandes problemas nacionales. Pero no solo eso, también el valor de la eficiencia en la gestión pública.
Por todo ello nos entusiasma su presencia en estas elecciones en la provincia donde se librará la contienda principal por el futuro. Formaremos por tanto parte de su alianza política y aportaremos lo mejor de nosotros para alcanzar el primer éxito en este difícil camino que, nuevamente, emprendemos para hacer otro país.
Humberto Tumini
Presidente de Libres del Sur