Las aulas se preguntan dónde está Santiago. Por J. Nuñez
Las aulas se preguntan dónde está Santiago
Desde la desaparición forzada de Santiago Maldonado muchos docentes, dentro de los cuales me incluyo, hablamos del tema en el aula. Es normal utilizar los hechos cotidianos como disparadores y puntos de contacto con la currícula. Si uno no vincula lo que nos rodea con los contenidos desconecta a la escuela del presente y eso es muy grave. Gravísimo.
Yo lo relacioné con las tensiones que siguen existiendo en la Patagonia desde la “Conquista del Desierto” hasta la actualidad. Aproveché para hablar de extranjerización de la tierra. Expliqué el rol del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y de la ONU y la vigencia constitucional de los tratados internacionales a los cuales adscribe Argentina. Revisamos el concepto de monopolio legítimo de la fuerza (¿quién puede ejecutar la violencia? ¿por qué? ¿cuáles son las consecuencias?) y analizamos el mecanismo jurídico que autorizó a la Gendarmería a reprimir. Leí los testimonios de las mapuches que habían sido detenidas y, en ese momento, se logró ese pequeño milagro al que uno aspira: el silencio, la concentración y la atención. Aunque sea durante unos segundos, se produjo ese clik interno transformador que se llama aprendizaje. Ese día encomendé a los alumnos a seguir la noticia, a leer aunque sea tres diarios de tirada nacional para apreciar los distintos enfoques y poder construir una opinión propia. Algunos lo hicieron, muchos no... Para ellos la vida sigue y está bien que sea así. Son jóvenes, tienen todo por delante. En las clases siguientes seguimos con otros temas, aunque yo les recordaba que Santiago Maldonado seguía sin aparecer, para que el hecho no se convirtiera en una noticia más junto a tantas: parte de nuestro rol, en esta sociedad hiperconectada y con infinitos canales de información, es enseñar a jerarquizar, a separar la paja del trigo.
A partir de una propuesta gremial de discutir el tema en el aula, se armó un escándalo en las redes sociales. Docentes a los que se les labraron actas. Peticiones para que el tema no se trate. Políticos opinando. Reflexiono: bienvenida la apertura de debates. Buenísimo que los padres se interesen por los contenidos tratados en clases. ¿Por qué no utilizan los mecanismos institucionales para dialogar con los docentes? El cuaderno de comunicación, por ejemplo. Pueden solicitar una reunión para que se expliquen los desarrollos. Ahora bien, la persecución a los docentes es una violación inadmisible de la libertad de cátedra y del estatuto docente.
Más de dos tercios de las generaciones futuras se forman en las escuelas de gestión pública. ¿Realizarán estudios terciarios o universitarios? ¿Lograrán insertarse exitosamente en el mercado laboral? ¿Serán ciudadanos responsables? La respuesta afirmativa a estas preguntas depende de la calidad de la trayectoria educativa. Esa calidad se mide, entre muchísimos otros factores, por el hecho de entender en qué país se vive. Y preguntarse dónde está Santiago Maldonado tiene que ver con eso.
Javier Nuñez
Profesor de Ciencia Política.