"Negar los despidos es una muestra de ceguera e hipocresía muy grande"
Intervenciones diputada Donda y diputado Masso
Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sra. Donda Pérez.- Señor presidente: me quedo con una frase que acaba de manifestar mi compañero de bancada, el diputado Fernández Mendía, respecto de que mientras estamos discutiendo esta iniciativa, se enviaron, por lo menos, mil telegramas de despido y se enviarán otros mil. Mientras discutimos qué pasó entre la semana pasada y esta, se enviaron vaya a saber uno cuántos telegramas más de despido. Después uno tiene que responder a aquellos que preguntan por qué insisten con una ley que proteja el empleo, si no hay desocupados en la Argentina. Algunos de los que me preguntaron eso eran periodistas. Mi respuesta fue que alcanza con salir a la calle, hablar con la gente y ver cómo están cerrando los comercios. ¿Cómo va a hacer la carnicería para pasar de pagar 200 a 500 pesos de luz a pagar 3.500 pesos? Alcanza con preguntarse cómo impactan las actuales políticas económicas, tema en el que me quiero detener algunos minutos.
La primera respuesta es que nos dejaron un desastre y no hay plata. La verdad es que la inflación de los últimos años fue altísima. Y algo que consiguió Macri fue superar mi expectativa. Pensé que nadie iba a subir la inflación más que Cristina, pero lo logró. La inflación subió por este tipo de medidas que se tomaron. ¿En qué cabeza y en qué modelo económico, salvo en el de aquellos que quieren fomentar y beneficiar más a los sectores financieros, cabe la idea de que con una tasa de interés del 38 por ciento vamos a fomentar la inversión? ¿Qué tipo de inversión vendrá a la Argentina? ¿Qué tipo de inversión vamos a tener si en este país es más rentable poner la plata a plazo fijo que abrir una fábrica de lo que sea?
No hay plata. Entonces hay que sincerar la economía. Bueno, sinceremos la economía. Sacamos las retenciones a las rentas de las mineras y aumentamos las tarifas de los servicios aún a aquellos sectores que deberían tener tarifa social. Como vamos a sincerar la economía, lo que hacemos es beneficiar a las petroleras amigas y aumentar las naftas y los combustibles en general en la industria interna.
Mientras en el mundo baja el precio del barril del petróleo, en la Argentina aumenta la nafta. Además hay que aguantar que el ministro de Energía diga que el consumidor que cree que la nafta está muy cara, no viaje en auto. El ministro Aranguren parece desconocer el impacto que tiene el aumento de los combustibles precisamente en uno de los problemas y flagelos más grandes que vivimos hace varios años, pero con mayor virulencia en los últimos meses, que es la inflación.
En este marco el consumo empieza a bajar y comienzan los despidos. No hay inversión porque sirve más la plata en la timba financiera. Los que sufren son siempre los mismos: primero, los sectores del núcleo duro de la pobreza que durante estos años de crecimiento no se tocaron, y después aquellos sectores cuyos trabajadores reciben un salario fijo a fin de mes, y que reciben los telegramas de despido. Por eso es necesario tener una ley que proteja el empleo.
En nuestro país los despidos comenzaron hace unos años. En la anterior sesión –la que fracasó, señalé que desde este sector de la política planteamos una ley de protección del empleo en 2012. Consecuentes con eso seguimos defendiendo esta ley con más énfasis. No es casualidad la marcha multitudinaria del movimiento obrero en la calle hace unas semanas. No es casualidad que hoy este tema que preocupe tanto a todos, a los trabajadores y a los que no quieren que este asunto aparezca en los diarios. Por eso lo pusieron como último punto del plan de labor de esta sesión y lo estamos tratando a las 2 y media de la mañana. No es casualidad que el Poder Ejecutivo diga que si se sanciona la ley, va a vetarla.
Me pregunto: ¿esto es defender la República? ¿A esto se refería el señor presidente de la Nación con defender las instituciones democráticas del país? Es cierto que antes nos quejábamos de que el Congreso funcionaba como una escribanía. Ahora nos tenemos que quejar de que da lo mismo que el Congreso esté o no. Si no está, se dictan decretos; y si está y se vota alguna ley que no gusta, se veta. Esto no es defender la democracia, esto no es defender la República y mucho menos fortalecer las instituciones.
Comparto el tiempo con mi compañero el diputado Federico Masso, por eso finalizo diciendo que me niego y voy a pelear por no vivir en un país donde desde el Poder Ejecutivo se fomente que nuestros jóvenes tengan empleos basura, como en McDonald’s, con subsidio estatal. Que esa plata, si es que hay plata, se destine a subsidiar a las pymes, que son las que generaron el 70 por ciento del empleo en nuestro país. Si hay plata, que sea para las pymes y no para las multinacionales, que además nos venden empleo basura y comida basura. (Aplausos en las bancas.)
Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado por Tucumán.
Sr. Masso.- Señor presidente: a los planteos formulados por algunos diputados quiero agregar que negar los despidos en la Argentina es una muestra de ceguera e hipocresía muy grande.
Cuando se niegan los despidos, a la larga pero quizás más a la corta, vamos a ver las consecuencias que la historia de nuestro país tiene bastante claras.
Fueron a buscar a los mismos empresarios que estuvieron en las mejores épocas de crecimiento de la Argentina, lo que no fue hace mucho. No incrementaron su plantilla de personal y en la época en que la economía empieza a aflojar, toman la variable.
Antes de hablar y comprometerse con el presidente Macri, suspendieron a los trabajadores. Mientras tanto seguimos discutiendo estas leyes.
El titular de hoy del principal diario de Tucumán señala que el lunes se suspenderá a operarios de la fábrica Alpargatas. Lo mismo ocurrió hoy en La Pampa.
Venimos no por capricho sino convencidos de que sancionar una ley que proteja al empleo formal es avanzar. Tenemos que discutir de qué manera pasamos a la formalidad a más del 43 por ciento de los trabajadores que hoy integran la informalidad en la Argentina. Y ni hablar de los cientos de miles de argentinos que pugnan por un empleo.
Para terminar, señor presidente, no se puede generar riqueza económica sobre pobreza social. Ese es un costo inmenso que pagaremos durante años. En las sociedades más avanzadas el trabajo no es variable económica sino variable social.
Los índices de desigualdad social comienzan con la desocupación. Tenemos que tener en claro que si no aprobamos este proyecto generaremos una desigualdad social que tardará años en revertirse.
Por eso, aunque el presidente Macri haya adelantado que vetará la iniciativa, estamos seguros de que hoy, al sancionar una ley antidespidos, le estamos diciendo a los trabajadores que hay un Congreso que sabe leer la realidad que hoy viven miles de miles de familias en la República Argentina. (Aplausos en las bancas.)
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