Ni errores ni excesos

NI ERRORES NI EXCESOS

La Ministra Nilda Garré acaba de reconocer explícitamente lo que se hacía cada vez más evidente en estos días y es que, hoy por hoy, no hay grandes diferencias entre las políticas de seguridad del gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires. Para completarla, calificó a los fusilamientos de José León Suárez y Baradero como “excesos” (¿Dónde habremos escuchado explicaciones similares?). Es la última perla de un collar que incluye las declaraciones de Cristina acerca de que “es lógico” que se pida bajar la edad de punibilidad, el reconocimiento tácito de buena parte de la bancada oficialista en el Congreso de que no sería tan malo que eso suceda, los agentes de la bonaerense, la federal y la metropolitana viajando a “capacitarse” a los Estados Unidos y el famoso caso del avión.

Tremenda alharaca armaron el gobierno nacional, el provincial, la derecha política teóricamente opositora y las corporaciones mediáticas alrededor de la valija incautada. Ninguno pareció escandalizarse demasiado, empero, porque un avión tres veces más grande que un Hércules aterrizara en nuestro país con armamentos e instructores del ejército norteamericano destinados a entrenar a nuestras fuerzas de seguridad. En esto están todos de acuerdo.

La implementación del neoliberalismo en nuestro país y en el mundo vino acompañada de un fuerte modelo securitario. En este modelo securitario se construye un enemigo y ese enemigo carece de derechos. Un enemigo sin derechos no tiene destinos demasiado alternativos a la eliminación física. Esa es la doctrina que aplica el ejército yanqui en Afganistán, Irak y Guantánamo. Esa es la doctrina que aplicó la dictadura ayer y es la que se les imparte hoy a las policías.

Para nuestra sociedad el enemigo construido mediática y políticamente es joven, es varón y es pobre. Por eso tiran a matar. No hubo errores, no hubo excesos. Son asesinos.

Pablo Crisóstomo
Movimiento Libres del Sur-La Plata en el MPS